lunes, 29 de abril de 2013

La brutal represion en el Borda y los Indignados de la Ciudad Autonoma de Buenos Aires


Transcribo parte del mail que envió al Coro donde canto una compañera, medica psiquiatra del Borda, y Coordinadora del equipo de Profesionales del Hospital de Dia en el Tobar Garcia, para explicar por qué no vino a cantar el espectáculo que hicimos el día sábado:
“No puedo en realidad describir elocuentemente, lo vivido por mí el viernes en el BORDA.
Miedo, bronca, furia, dolor, indefensión, soledad, compañerismo, recuerdos, fantasmas, desasosiego, asco....”.
Yo también tengo una sensación de asco en la boca del estómago…
Hace unas semanas me sorprendieron comentarios de algunos amigos y conocidos convocando a la movilización (otra vez supuestamente espontanea) del 18A. Gente querida con legítimo derecho al disenso y a pensar y hacer lo que se les canta, como cualquiera de nosotros. Uno de los ejes de aquella convocatoria era “el evidente avasallamiento del poder judicial que intenta el gobierno argentino” mandando ESAS leyes para discutir al Congreso de la Nación.
El día viernes pasado el gobierno porteño perpetró no solo un acto de represión salvaje contra internos, médicos, trabajadores de la salud, periodistas y militantes que intentaban parar la entrada de las topadoras, sino que finalmente y mientras se armaba una batahola que terminó con 50 heridos, las mentadas topadoras arrasaron con el Pabellón donde funcionaba el Taller Protegido Nº 19 en el cual los internos que no pueden, por su estado de insania, salir del Hospital hacían terapia ocupacional y trabajaban construyendo muebles y objetos que luego se reparten en los 33 hospitales municipales.
El Taller Protegido Nº 19 se reabrió en enero de este año luego de que el Juzgado Porteño en lo Contencioso Administrativo ordenara una Medida Cautelar a favor de su funcionamiento, medida que además contaba con un fallo ratificatorio en 2da Instancia. Y el patrocinio del Defensor del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. (Toda esta es información fácil de conseguir en la web).
O sea que el Gobernador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no solo es responsable de la represión brutal con gas pimienta, golpes y balas de pintura y de goma a la protesta social, sino que además se ha cagado en la Ley con total y absoluta impunidad. Y este acto –pobre caricatura del Nerón romano- de cagarse en la Ley al que acostumbra el Gobernador de la Ciudad Autónoma no ha encontrado siquiera un tibio repudio de los “indignados de la C.A.B.A.” en las redes sociales.
No sorprende que La Nación o Clarín titularan “Graves Incidentes” para referirse a los sucesos y que en su edición de sábado y domingo el tema este virtualmente ausente. Es la misma estrategia comunicacional que estos dos diarios usaban durante el Proceso. Es la misma estrategia comunicacional con la que Clarin tituló “La crisis causó 2 nuevas muertes” el 26/6/2002 para “informar” sobre los hechos en que fueron asesinados Maxi Kosteki y Dario Santillan. No sorprende tampoco que Montenegro declare que “los momentos vividos el viernes no fueron buenos momentos” y que “acá hay una discusión de valores para ver si está bien escupir a un policía". No sorprende que Macri llame a “no ceder ante los violentos” refiriéndose a los internos del Borda y a los trabajadores de la Salud que intentaban pedir explicaciones y la orden judicial que habilitara ese ingreso forzado de policías y topadoras. Ni siquiera y lamentablemente sorprende que el Gobierno porteño elija horarios de la mañana tempranísimo o de la noche tardísimo para violar la ley, al más puro estilo de los Camisas Negras.
Lo que si sorprende, indigna, duele y causa (me causa) como una vergüenza ajena, es que todos los enojados defensores de un supuesto bien común que se manifiestan -como corresponde a un estado de derecho- con libertad de acción y expresión, actúen tan estupidamente el dicho popular de que “todos somos iguales ante la ley, pero hay algunos más iguales que otros”.

lunes, 7 de mayo de 2012

Volando

Y esos eran los dibujos.
Los dibujos que amaba ver desde arriba toda vez que volaba.
Donde y cuando será arriba?
La verdad existencial de ser así de chiquito en semejante extensión de cielo-tierra.
Dejar venir la risa, el regocijo, la felicidad agradecida de ser. Oponiendo a la muerte lo único que se le empata en la contundencia total de lo absoluto, el placer insondable de estar vivo.
………………………………….
Qué curioso.
Hay momentos de la vida en que se tiene plena conciencia de lo absoluto (en eso pensaba cada vez que volaba).
Frente a la real significación de ese absoluto, todo, todo lo demás se vuelve relativo.
Inclusive aquellos cruces de la vida que parecieran haber quedado atrás, de una forma u otra están allí, al alcance de la yema de los dedos. No es que podamos volver atrás los casilleros, porque la vida se mueve hacia adelante girando en espiral (y en la espiral no estamos jamás en el mismo sitio?).
Pero como en un gigantesco y confuso juego de la oca, hay un déjà vu del paisaje, que es parecido aunque no sea lo mismo. Quizás para volver a tener la posibilidad de aprehender aquello que no supimos o no pudimos o no quisimos. O para nada.
Es cierto, la vida se vive viviendo (se rió de su verdad de Perogrullo)
Y la muerte se muere para siempre.

Preguntas Retoricas (Variaciones sobre un poema de Silvio)

A donde van las preguntas que nunca salieron?
A donde van las respuestas que nunca estuvieron?
A donde van las miradas que miran abajo?
A donde van las sonrisas que no mueven labios?
A dónde van los suspiros que no hinchan el pecho?
A dónde van los recuerdos que no se guardaron?
A donde van las palabras que no se dijeron?
A donde van las ideas que no se pensaron?
A donde van las batallas que no se ganaron?
A donde van las derrotas que no se lloraron?
A dónde van los fracasos que no se asumieron?
A dónde van los ensayos que no se estrenaron?
A donde van esas líneas que no se siguieron?

lunes, 16 de abril de 2012

Camino a Cafayate, Salta.

 
16 de enero de 2012.
Camino a Cafayate, Salta.
 
Paredes rojas y verdes. Rojas y verdes. Rojo de tierra y piedra que cambia con el viento, que cambia con el agua. Texturas. Tierra diaguita y kalchaki. Agua de un rio marrón que dibuja entrecielos de vallecito. Verde de clavel del aire y romero guachos. Clavel del aire parasito. Peregrino aquerenciado que invade mientras fija la ladera. Congela el paisaje.
Rojos. Ocres. Amarillo seco. Verdes suaves. Pocos. Ralos. Ramalazos de olor a romero y aire caliente. Peñas. Cuestas. Quebradas. Y el inusitado, inesperado asombro de un camino que conduce a si mismo. Que invita a transitarlo porque si. Para mirar, llorar y respirar. Y volver a mirar. Con un júbilo alisado en emoción. Con la cautela de estar interviniendo el paisaje sin la certeza de si debiéramos.

Mendoza, de camino al Aconcagua.

10 de enero de 2012.
Mendoza, de camino al Aconcagua.
Arduo trabajo vegetalizador, el Sur.
Aquí es la piedra surgida de la piedra, recién erguida de la superficie de un globo liso que dejó de serlo ayer. A lo sumo un surco verde de líquenes anunciando cursos de agua que ya fueron. Y en trayectos largos, ni siquiera eso.
¿Qué es lo que habrán sentido los pioneros? Me recuesto en esa sensación como distónica, de vahído en el estomago y dejo de esperar del Ande que me incluya. Y solamente miro y admiro desde esta finitud lo que no tiene fin.
Hendiduras vaginales. La montaña es hembra. La Tierra es hembra que pare montaña.